¿Pueden los bosques del Pirineo convertirse en motores de desarrollo económico? ¿Pueden crear industria y atraer a personas al territorio? ¿De qué forma podemos promover aprovechamientos forestales continuos y sostenibles? Estas y otras cuestiones relacionadas con la gestión forestal se han puesto sobre la mesa en un debate en la redacción de HOY ARAGÓN.
El proyecto BioPirineo, coordinado por ECODES, promueve este espacio de diálogo para reflexionar con los distintos agentes implicados sobre las oportunidades y fortalezas del sector forestal de Aragón. Desde su reciente creación, en junio de este año, BioPirineo busca preservar la riqueza natural y cultural del Pirineo, fomentando un desarrollo rural sostenible mediante la gestión forestal responsable.
Para reflexionar sobre esta cuestión, expertos en la materia se sientan en la mesa de debate de HOY ARAGÓN. En concreto, en este foro han participado Nacho Fábregas, ingeniero de Montes y CEO de la consultora Pirinea; Begoña Dorado, presidenta de la Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa); Enrique Arrechea, jefe de servicio de Planificación y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón; y Antonio González, representante de Maderas Ona, una serrería ubicada en Hecho.
“La gestión forestal es un concepto muy amplio. Ateniéndonos puramente a la legalidad, forestal es todo lo que no es agrario ni urbano, con o sin árboles. Es decir, la mitad de la superficie de Aragón es forestal”, indica Arrechea. En este contexto, advierte de que la demanda social ha cambiado. “Hemos pasado de un mundo donde los ayuntamientos que tenían montes eran ricos por la madera y por los pastos a unos ayuntamientos que no saben que hacer con los montes. Además, una sociedad que demanda cosas de los montes que antes no se demandaban como que no se quemen o que se proteja la fauna. Organizar la gestión de esto es complicado y poner de acuerdo los distintos intereses, también”, valora.
En este sentido, recoge el testigo Begoña Dorado, presidenta de ADELPA. “Estoy totalmente de acuerdo en que los montes son de los ayuntamientos pero ya nos gustaría a los municipios poder gestionar la masa forestal que tenemos alrededor”, señala. “Económicamente no damos a basto. Necesitamos una entidad por encima que nos ayude a esta gestión”, añade.
Además, Dorado lanza otra cuestión: “Si los terrenos son municipales el beneficio que se extrae de ellos debería repercutir en los municipios de montaña”. A su juicio, comparte que la gestión forestal la deben hacer los ayuntamientos pero teniendo en cuenta cuál es la realidad de los pueblos. “Hay que fomentar de alguna manera la ganadería local y que se pudieran recuperar las zonas de pastos que se han emboscado”, comenta.
Para ello, desde ADELPA proponen que se recupere el pago por servicios ambientales. “Como exganadera que soy me he encontrado con la situación de pastar mis vacas por el monte en zonas donde no tengo compensación pero al pastarlas estaba limpiando el monte”, expone Dorado. Así, entiende que se trata de un trabajo duro que contribuye a la gestión de las masas forestales y que debería tener recompensa para los ganaderos locales.
SOLO SE APROVECHA UN 10% DE LA MADERA
Otra de las cuestiones que más debate han suscitado es el escaso aprovechamiento que se hace de los bosques de Aragón. Actualmente, solo se está explotando un 10% de toda la madera que se acumula. “En nuestro estudio hacemos propuestas para que se mueva más el sector de la madera: ahora se corta el 10% pero antes era un 5%. Se está acumulando mucha madera y es un riesgo, porque es combustible para los incendios”, asegura Nacho Fábregas.
Para este ingeniero de montes, parte de la solución pasa por poner en valor el producto. “Ahora mismo en Huesca no hay serrerías que le den valor a esa madera. Es un producto muy voluminoso pero con poco peso por lo que hace falta que la explotación esté cerca de la materia prima”, explica.
En la misma línea, Arrechea advierte que uno de los problemas de la explotación de la madera es que el producto forestal no se puede transportar muy lejos. ” Llevarlo a más de 200 kilómetros no sale rentable por lo que una solución sería hacer la primera transformación en el lugar de origen”, comenta.
El consenso también ha reinado en la mesa al exponer otro de los problemas en la explotación maderera: la falta de personal que quiera dedicarse a esta tarea. “No hay tanta gente dispuesta a coger una motosierra. Es más cómodo tener una casa de turismo rural o una cafetería en Jaca que ir cortando árboles en invierno”, ejemplifica. La solución que se plantea, en este punto, es tecnificar el sector y formar a buenos profesionales.
En estos términos, Antonio González, representante de Maderas Ona, sabe bien de lo que habla. “Existen maquinas procesadoras pero son muy caras y en España casi no tienen subvenciones”, asegura. El precio de esta maquinaria ronda los 600.000 euros y, gracias a su tecnología, las procesadoras cortan los árboles de forma sostenible. “Y hacen bien en el monte”, matiza. Para este profesional de la madera es necesario crear industria. “Está demostrado que del monte se puede vivir”, añade.
Este concepto, el de explotar los recursos de la zona para que repercutan de forma positiva en la zona es una de las líneas de acción del proyecto BioPirineo. En este sentido, entre otras cuestiones, se está estudiando la viabilidad de contar con políticas de infraestructuras a largo plazo. “Se podrían plantear contratos plurianuales con empresas con tecnificación que puedan estar cinco años, que se establezcan en el territorio y que le den continuidad a los proyectos para que las inversiones en infraestructuras merezcan la pena”, resume Fábregas.
CONSENSO SOBRE LA MESA
El consenso ha reinado en esta mesa de debate en la que se ha tratado de representar a los distintos agentes implicados en la gestión forestal de Aragón. A modo de conclusiones, cada uno de los participantes ha lanzado un mensaje proactivo. “Es necesario que se incremente el presupuesto a Medio Ambiente para invertir en mejores infraestructuras, así como formar a las personas en lo forestal enfocado a la explotación”, ha indicado Nacho Fábregas.
Para este ingeniero de montes “no tiene sentido que la PAC ayude a tierras llanas y no haya un dinero parecido o mayor para proteger los terrenos en ladera. Es necesario que se hagan inversiones de la presa para arriba y compensar a los productores locales”, añade.
Por su parte, Begoña Dorado advierte de que no solo es necesario que la Administración invierta dinero sino también que proponga soluciones y se muestre receptiva. “Desde Adelpa llevamos años reclamando y reivindicando. Los ayuntamiento podemos ser los transmisores hacia los habitantes de que hace falta entrar a los bosques para talar y limpiar”, asegura.
Antonio González se postula en la misma línea: “Respetando el monte se puede hacer mucho. Sé que hay una enorme riqueza de materias primas, tanto para pastos como forestal, para que estos pueblos crezcan. Además, hay una necesidad imperiosa de limpiar los bosques para evitar que ardan”, defiende.
Para Arrechea, representante del Gobierno de Aragón, la gestión forestal tiene un problema económico. “En la economía global los detalles pequeños funcionan mal y corregir eso con dinero público es complicado porque lo público no llega a tanto”, reflexiona. “No podemos pedir inversión sino capacidad de gestión y autosuficiencia”, concluye.
Autor: Gema Lumbreras
Fecha de publicación: 2 de diciembre de 2024